jueves, 6 de septiembre de 2018

CHINA SEDUCE A GOLPE DE TALONARIO A LAS ÉLITES DE AMÉRICA LATINA.








CHINA SEDUCE A GOLPE DE TALONARIO A LAS ÉLITES DE AMÉRICA LATINA.

El gigante asiático inyecta capital en unos medios en crisis y atrae a políticos, intelectuales y periodistas.

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Sobre un cimiento de inversiones, préstamos y proyectos de infraestructura consolidado durante la última década y media, China despliega ahora en América Latina una política destinada a ganar influencia política y afianzar su presencia en la región. La estrategia es novedosa porque apunta hacia ámbitos menos convencionales que el económico, donde, por los incentivos que ofrece China, parte casi siempre con ventaja. El rastro de la nueva política es ya perfectamente visible, ya que Pekín está vinculándose activamente con el mundo académico, los medios de comunicación, el mundo de la cultura y la clase política en buena parte de los países del continente.

Pekín pretende con esta estrategia corregir las, según él, percepciones negativas que se derivan de su meteórico ascenso global.

El modelo se centra, por un lado, en la Cooperación transversal entre Universidades, Think tanks, medios de comunicación, partidos políticos e instituciones diversas a ambos lados del Pacífico; y, por otro, en la promoción de la cultura china y en los programas de intercambio con influyentes figuras latinoamericanas, una variante diplomática que Pekín considera inofensiva, pero que sus críticos ven como una perversa captación de las élites locales con el objetivo de ganar su voluntad y afecto. Pese a que la persuasión y el estrechar lazos institucionales son práctica habitual entre países, la versión china de lo que el académico estadounidense Joseph Nye llamó “poder blando” levanta continuas suspicacias.

En el ámbito periodístico, China ha cerrado en los últimos dos años acuerdos de colaboración y coproducción con diversos grupos mediáticos públicos y privados de la región, tanto audiovisuales como escritos. Entre otros, la agencia china Xinhua selló en Argentina alianzas con distintos grupos de comunicación próximos al kirchnerismo, mientras el gigante televisivo China Global Television Network (CGTN) hizo lo propio con Grupo América, la segunda corporación argentina del sector. Una alianza similar a la que CGTN tiene también en Venezuela con Telesur y en Perú con ­IRTP, la corporación estatal de radio y televisión peruana.
Pekín enmarca estos acuerdos en la retórica oficial del “conocimiento mutuo”, para lo cual despliega recursos para financiar proyectos periodísticos conjuntos y promover el intercambio de contenidos. Esta interpretación contrasta con quienes alertan sobre su objetivo oculto: producir para los medios latinoamericanos contenidos periodísticos y audiovisuales gratuitos que muestran una imagen distorsionada, por amable, del régimen chino. Y no solo eso: también sirven para tratar de neutralizar a los medios críticos con el señuelo de la ganancia económica. En un contexto de crisis en los medios, el capital chino es la llave maestra de su penetración mediática, como se vio en la cumbre de medios de China y América Latina celebrada en Santiago de Chile a finales del 2016.

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